Filtros solares, todo lo que necesitas saber

Cuando compramos un protector solar no solo tenemos que tener en cuenta el grado de protección que nos aporta sino también qué tipo de filtro solar lleva. Cada uno actúa de una forma diferente en la piel y también es importante saber elegir el más adecuado a vuestras necesidades. 

Tipos de filtro solar

Físico o Mineral

Actúan reflejando la luz solar. Crean una pantalla blanca en nuestra piel que no permite que la luz incida. Su mayor ventaja es que no se absorben y quizá su desventaja es que dejan la piel ligeramente pálida. Los más usados son el óxido de zinc y el dióxido de titanio.

En el intento de eliminar ese efecto “cara blanquecina”, se ha recurrido a reducir el tamaño de las partículas a nivel microscópico (nanopartículas). Esto conlleva el problema asociado de que, dadas sus dimensiones, sí son absorbidas por la piel y son extremadamente difíciles de controlar. Se podrían colar en el torrente sanguíneo y en los tejidos, provocando alteraciones a nivel celular. La mayoría de filtros físicos no llevan nanopartículas.

Por eso es difícil encontrar un protector solar con filtro físico y protección alta de 50. El “efecto blanquecino” sobre la piel sería demasiado evidente y suele ser difícil de eliminar también. Normalmente los filtros minerales llegan hasta protección 30 tanto de rostro como de cuerpo.

Un truco para evitar ese “efecto blanquecino” es mezclar tu protector solar con una crema con colore o iluminador. 

Químicos

Funcionan transformando la radiación en calor. Su mayor ventaja es que, a nivel cosmético, son muy agradables de usar y no dejan residuo ni el “efecto blanquecino". Su desventaja es que la piel los absorbe y algunas veces pueden provocar alergias. Los más usados: Octylcrylene, Octinoxate, Avobenzone, Oxybenzone y Octisalate.

Naturales

Existen aceites vegetales que protegen a la piel de forma natural, como pueden ser: el aceite de coco, el aceite de aguacate, el de avellana, el de semillas de algodón, etc. Son sustancias antioxidantes que evitan la formación de radicales libres, por lo que evitan cierta acción de la radiación solar sobre nuestra piel. Añadidos a una formulación, aportan un extra de protección y de nutrientes muy beneficiosos, incluso se pueden utilizar de forma previa a la utilización de un protector solar para que nuestra piel esté en mejores condiciones. Su factor de protección suele ser bajo, por lo que se emplean como potenciadores y ayudantes de otros fotoprotectorespor eso nunca se recomienda sustituir un filtro de los anteriormente descritos por uno natural.

Consejos para el correcto uso del protector solar

Y no olvidéis estos sencillos consejos para un uso correcto del protector solar:

1.- Aplica una buena capa de protector.

2.- Reaplica el protector varias veces al día, sobre todo después del baño, de secarte con la toalla o sudar.

3.- Evita la exposición directa en las horas centrales del día – 12.00 / 16.00 - ya que tu piel tardará muy poco en quemarse y seguramente el protector no sea del todo efectivo en estos momentos.

4.- Emplea un factor de protección alto, mínimo 30.

5.- Evita los aceites bronceadores y protectores con filtro bajo y “efecto bronceador”.

6.- La piel de los niños es mucho más sensible. Protégelos con ropa y un protector adecuado.

Y recordad que siempre debéis usad un protector solar en cualquier época del año y lugar.